El calendario es una cuenta sistematizada del transcurso del tiempo, utilizado para la organización cronológica de las actividades humanas.
Antiguamente, muchos estaban basados en los ciclos lunares, perdurando su uso en el calendario musulmán, en la fecha de varias fiestas religiosas cristianas y en el uso de la semana (correspondiente a las cuatro fases lunares, aproximadamente).
En la actualidad, la mayor parte de los calendarios tienen por referencia el ciclo que describe la Tierra alrededor del sol y se denominan calendarios solares.
El calendario sideral se fundamenta en el movimiento terrestre respecto de otros astros diferentes al Sol.
La cultura que dio origen al calendario fue la cultura maya, cuyos propósitos eran para determinar cuándo cultivar o con fines esotéricos como la adivinación astrológica, este sistema calendárico llevaba regismo de una serie de ciclos de tiempo basados en el movimiento de los cuerpos celestes (el sol, la luna, Venus, etc.).
CALENDARIO JULIANO.
La historia de nuestro actual calendario comienza en el Antiguo Egipto.
Llegó al poder Julio César. En el año 45 aC el llamado calendario Juliano prescindió por completo de la Luna y adoptó para la adoración verdadera del año solar la de 365,25 días, denominado año Juliano.
Contaba con 12 meses alternados de 30 y 31 días, excepto el último (febrero), de 29 días, lo que hacía un total de 365 días por año.
El modelo empleado por Julio César para hacer sus reformas fue el calendario egipcio; pero a diferencia del año solar egipcio, que era inmutable, el calendario Juliano variaba cada 4 años.
- El Cónsul Marco Antonio sustituyó al nombre del mes quintilis, dándole el nombre de julio.
- En el 24 aC, el Senado Romano cambio el nombre al mes sextilis, llamándolo augusti (en honor al emperador César Augusto, sucesor de Julio César), mes que más tarde, en castellano, transformó su nombre en agosto.
CALENDARIO GREGORIANO.
El Papa Gregorio XIII, aconsejado por el distinguido astrónomo C. Clavius, ordenó que se corrigiera el calendario. A la cuenta de los días, según el viejo calendario Juliano, se le suprimieron 10 días, de modo que el día inmediato al 4 de octubre de 1582 sería el día 15 en vez de 5. Además, para evitar el desplazamiento futuro del equinoccio, se decretó que, en lo sucesivo, en los años seculares o centurios solo serían bisiestos aquellos cuyos centenares eran divisibles por 4.
De esta manera, se necesita más de 3.300 años para que el equinoccio de primavera se retrase un día. Ésta reforma fue adoptada inmediatamente por todos los países católicos, pero la iglesia griega y la mayor parte de las naciones protestantes rehusaron reconocer la autoridad del Papa, y no modificaron el calendario.
Con las modificaciones mencionadas la diferencia del calendario con respecto al año trópico es de 0,0003 días que solo llegará a acumular 1 día en 3.500 años, razón por la cual no es un problema que sea necesario considerar a corto plazo.
CALENDARIO EGIPCIO.
Los egipcios de la Edad Antigua aprendieron a determinar las estaciones del año a partir de los cambios que mostraba el río Nilo con el paso del tiempo. Para los habitantes de esta civilización, las estaciones eran tres: "inundación" o época de la crecida, que duraba aproximadamente de junio a septiembre; "aparición de los campos al retirarse el agua", cuando el suelo estaba húmedo, a partir de octubre y hasta el mes de febrero; y "sequía", de febrero a junio, cuando volvía a repetirse el ciclo.
De estas observaciones nació una de las aportaciones fundamentales de la civilización egipcia, el calendario solar de 365 días. Este calendario se usó desde el tercer milenio a. de N.E. y tuvo una finalidad práctica: el control de los ciclos agrícolas. Además, partiendo de la observación de la Luna, los egipcios dividieron su año en 12 meses, con 30 días cada uno.
El año nuevo egipcio se celebraba cuando Sirio, la estrella más brillante del cielo, aparecía en el horizonte por el oriente, un momento antes de la aurora. Sirio indicaba que la Primavera había terminado y que muy pronto se produciría la anhelada inundación de tierras por la crecida de las aguas del Nilo. Posteriormente, a fin de ajustar el año lunar con la aparición de Sirio en el horizonte, los astrónomos agregaron cinco días a cada año. Asimismo propusieron, sin éxito, la adición de un día cada cuatro años para que el año concordara aún más con el ciclo solar.
Otra contribución importante derivada de las observaciones celestes que hicieron los egipcios fue la división del día y la noche en 12 partes cada una. Cada sección representaba 1/12 del tiempo transcurrido entre la salida y la puesta del Sol o entre la puesta y la salida; por lo consiguiente, la duración de la hora variaba según las
estaciones.
CALENDARIO MAYA.
El calendario maya consiste en tres diferentes cuentas de tiempo, que transcurren simultáneamente:
La casta sacerdotal maya, llamada ah kin, era poseedora de conocimientos matemáticos y astronómicos que interpretaba de acuerdo a su cosmovisión religiosa, los años que iniciaban, los venideros y el destino del hombre.
- el calendario sagrado (tzolkin o bucxok, de 260 días)
- el civil (haab, de 365 días) y
- la cuenta larga.
La casta sacerdotal maya, llamada ah kin, era poseedora de conocimientos matemáticos y astronómicos que interpretaba de acuerdo a su cosmovisión religiosa, los años que iniciaban, los venideros y el destino del hombre.
Es un sistema calendario que permite determinar, de una manera sencilla, el día de la semana para cualquier fecha, dentro de un largo rango de años que usualmente abarca muchos siglos.
También se pueden considerar como calendarios perpetuos las reformas calendarias y los diferentes sistemas calendarios.
Consistían originalmente en una serie de tablas que permitían calcular el día de la semana de una fecha.
En los calendarios perpetuos basados en tablas, se usan varias tablas maestras para ayudar a conocer el día de la semana de una fecha. El uso de estas tablas evita hacer los cálculos complejos, ya que éstos están implícitos en la propia estructura de las tablas.
La forma exacta para usarlos varía de un calendario perpetuo a otro, pero, en líneas generales, de acuerdo a la fecha que se tenga, hay que hacer una serie de búsquedas y cálculos aritméticos sencillos, dando como resultado un número, que nos llevará a otra tabla en donde habrá que buscar otro número y calcular nuevamente, hasta que al final se llega a una última tabla en donde está el día de la semana de la fecha, (domingo, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes ó sábado).
Recientemente, con el advenimiento de las computadoras, se implementan como programas de computadoras que pueden mostrar el calendario de un mes o un año dentro de un período de siglos que depende del programa.
PERIODO JULIANO.
Para medir íntervalos muy grandes de tiempo y para ubicar cronologicamente fenómenos astronómicos extendidos a lo largo de periodos considerables, se constituyó una escala de tiempo denominada periodo juliano, la cual fué propuesta por Joseph Scaliger en 1582
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